4 feb 2009

Caprichos

Cavar Agujero

Una vez un discípulo sediento dijo a su maestro:
- Maestro, creo que por aquí hay un manantial.

El Maestro le respondió:
- Bien, búscalo.

El discípulo se puso a cavar e hizo muchos agujeros,
al rato estaba muy cansado y paró.

En ese momento el Maestro le preguntó:
- ¿Por qué no has encontrado agua?

- Los agujeros son poco profundos y yo estoy
muy cansado, no puedo continuar-. Dijo el discípulo.

El Maestro respondió:
- Si hubieras dedicado tus esfuerzos a uno sólo
de los agujeros seguro ya hubieras encontrado agua.
La mejor manera de fallar es poner siempre excusas y pegas,
creyendo que otros, personas o máquinas, nos sacarán de apuros,
creyendo que lo sabemos todo y lo merecemos todo,
picoteando en todos y cada uno de los caprichos
y no profundizando en nada o nadie.

Swami Kurmarajadasa

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