
Y luego, ¡al mar! Puñado leve.
No quiero sobre mí la losa fría
donde pueda llorarme un epitafio.
Quiero sí la blancura movediza
de las olas, las olas sin reposo.
Que en las olas escriban, fugazmente,
la luna y las estrellas sus imaginerías.
¡Lejos de mí la gravedad llorosa!
Aún la muerte, si alegre, es poesía...
Álvaro Yunque
No quiero sobre mí la losa fría
donde pueda llorarme un epitafio.
Quiero sí la blancura movediza
de las olas, las olas sin reposo.
Que en las olas escriban, fugazmente,
la luna y las estrellas sus imaginerías.
¡Lejos de mí la gravedad llorosa!
Aún la muerte, si alegre, es poesía...
Álvaro Yunque
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