22 dic 2008

Sacrificando al YO para alcanzar la unidad



Un hombre llamó a la puerta de su amada.
Una voz preguntó: "¿Quién es?"
"Soy yo", respondió él.
Y la voz dijo: "Aquí no hay sitio suficiente para mí y para ti."
Y la puerta siguió cerrada.
Al cabo de un año de soledad y añoranza, el hombre volvió
a llamar a la puerta.
Una voz preguntó desde dentro: "¿Quién es?"
"Eres tú", respondió el hombre.
Y la puerta se abrió...

Jalāl ad-Dīn Muhammad Rūmī

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