Nuestra sexualidad en estos tiempos está en crisis, aunque los indicadores externos gozan de buena salud. Libros, manuales, vídeos, debates televisivos dejan la sexualidad tan al descubierto que parece pecado mantenerla en la misma intimidad en la que nació. Una vez hemos reivindicado el cuerpo como nuestro y la sexualidad una libertad inalienable del individuo, nos hemos alejado del fantasma opresor del pasado pero hemos sucumbido, complacientemente, a los estragos del mercado. Desde las consultas sexológicas a la enumeración de las patologías sexuales. Desde las encuestas picantes y simplonas a los fenómenos sociales de liberación-represión hemos ido comprobando el triste perfil de nuestra sexualidad que va como en un claroscuro de la erotización a la desgana, de la abulia a la compulsión.
Siva dijo... El sexo es la energía básica. El Tantra la aprovecha, la transforma. En el instante del amor el pasado y el futuro no existen. El amor te abre al infinito, a la eternidad de la existencia.
El sexo transferido a la cabeza es sexualidad; pensar acerca de ello es sexualidad. Vivirlo es muy distinto. Cualquier cosa vivida totalmente, te lleva más allá. Cuando se suprime el corazón, se crean necesidades simbólicas, se crean falsas necesidades. Y estamos llenos de falsas necesidades; por eso no estamos satisfechos.
Al comienzo de la unión sexual, mantén la atención en la llama inicial y consérvala evitando los rescoldos del final. Cuando en el abrazo se agiten tus sentidos, adéntrate en ese estremecimiento. Cuando haces el amor, estás haciendo el amor con tu propia existencia. La mujer es solamente una puerta, el hombre es solamente una puerta. El otro es solamente una puerta al todo. Cuanto más sensible seas, más vivo estarás; cuanto más vivo estés, más vida entrará en tu ser interior.
El sexo sólo es el principio, no el fin. Pero si te pierdes en el principio, también te perderás el final. En el amor tienes una posibilidad natural de rendirte. Ríndete y siéntelo; entonces deja que se extienda a todas las dimensiones de tu vida.
Swami Kurmarajadasa
Escuela Tantrica Sivaita
Siva dijo... El sexo es la energía básica. El Tantra la aprovecha, la transforma. En el instante del amor el pasado y el futuro no existen. El amor te abre al infinito, a la eternidad de la existencia.
El sexo transferido a la cabeza es sexualidad; pensar acerca de ello es sexualidad. Vivirlo es muy distinto. Cualquier cosa vivida totalmente, te lleva más allá. Cuando se suprime el corazón, se crean necesidades simbólicas, se crean falsas necesidades. Y estamos llenos de falsas necesidades; por eso no estamos satisfechos.
Al comienzo de la unión sexual, mantén la atención en la llama inicial y consérvala evitando los rescoldos del final. Cuando en el abrazo se agiten tus sentidos, adéntrate en ese estremecimiento. Cuando haces el amor, estás haciendo el amor con tu propia existencia. La mujer es solamente una puerta, el hombre es solamente una puerta. El otro es solamente una puerta al todo. Cuanto más sensible seas, más vivo estarás; cuanto más vivo estés, más vida entrará en tu ser interior.
El sexo sólo es el principio, no el fin. Pero si te pierdes en el principio, también te perderás el final. En el amor tienes una posibilidad natural de rendirte. Ríndete y siéntelo; entonces deja que se extienda a todas las dimensiones de tu vida.
Swami Kurmarajadasa
Escuela Tantrica Sivaita



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