Nadie

Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza altura con un solo vuelo.

Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces.

Nadie recoge buenas cosechas sin enterrar muchas semillas y abonar mucha tierra.

Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad, ni llega al puerto sin remar muchas veces.

Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir sus espinas.

Nadie hace obras sin martillar sobre su edificio, ni cultiva amistad sin renunciar a si mismo.

Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo puentes para pasar.

Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.

Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que perseguía un imposible. Ni logra un sueño sin haberle dado forma bajos sus alas.

Nadie reconoce la oportunidad hasta que ésta pasa por su lado y la deja ir.

Nadie se salva de un naufrágio, sin haber tragado mucha agua

Nadie enciende su luz interior, sin haber tenido la mecha dentro durante un tiempo y luego arde con fuego interno.

Nadie debe vivir sin cambiar, ver cosas nuevas, experimentar otras sensaciones, y tener la capacidad de corregir sus errores.

Nadie tiene el derecho de consumir el amor o la amistad de las personas, si uno mismo no la produce.

Nadie se hace un río caudaloso , sin entroncar con muchos afluentes por el camino.

Nadie puede intercambiar un apretón de manos con el puño cerrado.

Nadie puede vivir en paz con Dios, si no alcanza a vivir en paz consigo mismo.

Pero Nadie deja de llegar, cuando tiene la claridadad de los dones de Dios ... El crecimiento de su voluntad... La percepción de la abundancia de la vida y el poder para realizarse.

Nadie deja de llegar si se lo propone.

Desconozco autor.